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ANACLETAS

LA ABLACIÓN SEXUAL

LA ABLACIÓN SEXUAL

"Tenía 10 años cuando mi abuela me dijo que me llevaba al río a realizar una ceremonia de iniciación. Insistió en que cuando terminara me darían muy bien de comer. Yo era muy pequeña y no tenía ni idea de lo que iba a pasarme. Cuando llegué a aquel lugar escondido entre unos matorrales, junto al río, me taparon los ojos y fui desvestida. Fui obligada a tumbarme. Cuatro mujeres sujetaban mis extremidades, mientras otra se sentaba en mi pecho para evitar que me moviera. Me colocaron un trozo de tela en la boca, y entonces...me cortaron. El dolor era insoportable. Como me resistía e intentaba levantarme, perdí mucha sagre. Por supuesto, no me dieron ningún tipo de anestesia ni calmante para el dolor. La operación me produjo una hemorragia que me provocó una fuerte anemia. Durante mucho tiempo cada vez que orinaba me dolía. A veces trataba de aguantar las ganas, por el miedo que me producía el dolor. Sufrí también infecciones vaginales. El corte me lo hicieron con una simple navaja".

 Este es el testimonio de Hanna Koroma, una mujer de Sierra Leona que sufrió en sus propias carnes una práctica todavía habitual en muchos países de África: la mutilación genital femenina.

Existen varias formas de realizar esta intervención:

  • "Circuncisión SUNNA": escisión del prepucio clitoral y de la punta del clítoris.
  • "ESCISIÓN Clitoridectonia": extirpación del clítoris y de parte o todos los labios.
  • Y la forma más radical que es la llamada "Infibulación o Circuncisión Faraónica", cuyo procedimiento consiste en la extirpación del clítoris, labios mayores y menores y parte del útero, a continuación se cose lo que queda y se deja exclusivamente un pequeño orificio para orinar y para la menstruación.

En el mundo, según las estadísticas, hay 135 millones de mujeres a las que se les ha amputado lo más íntimo de su ser. Y la cifra va en progresión.

La mutilación suele practicarse en niñas de entre 4 y 10 años y cada vez se esta haciendo a edades más tempranas para evitar que al ser un poco más adultas tengan más información sobre esta cruel costumbres y se nieguen a su sometimiento.

Dos millones de niñas, unas 6.000 cada día, 5 cada minuto, pasan por esta terrible práctica que les ocasiona gra

es trastornos físicos y mentales, desde la esterilidad, anemia, complicaciones en el parto o desgarros, hasta la imposibilidad de disfrutar del sexo y vivir su sexualidad con normalidad.

La ablación normalmente es realizada por una partera tradicional o una anciana experimentada de la aldea. Se realiza con una simple cuchilla o cuchillo afilado. En ningún caso se usa anestesia, ni existe ninguna esterilización de los instrumentos utilizados. Muchas niñas mueren cada año por hemorragias o por infecciones generalizadas, después de haber sido sometidas a esta experiencia.

La mutilación genital femenina es una tradición pre-islámica, pero no en todos los países musulmanes se realiza. En Europa durante los siglos XVIII y XIX se practicó la cliterectomía a las mujeres para "curar" la histeria y la epilepsia.
La ablación aún hoy se realiza en 28 países.

El por qué se realiza la ablación es muy variado y depende de los países y sus tradiciones:
*En algunos casos es una cuestión de "identidad cultural". Se ha hecho siempre, como una costumbre, y no puede cambiar. No conciben que haya mujeres sin circuncidar.
*También se habla de la cuestión de género: la ablación es una forma de distinguir a la mujer del varón. Se considera que el clítoris es semejante al pene masculino, y sólo extirpándolo la mujer consigue su feminidad. En algunas sociedades la excusa para la defensa de la ablación es la prevención de la promiscuidad o la infidelidad femenina: si la mujer no tiene deseo sexual, se reducen las posibilidades de que busque el sexo fuera del matrimonio, con lo cual el honor de la familia está a salvo. En muchos casos, se considera que sólo el hombre debe sentir el placer sexual, por lo que aquellas mujeres que no han sido circuncidadas, lo tienen muy difícil para contraer matrimonio y se las rechaza.
*También la limpieza y la higiene son usadas irónicamente como justificación: en algunas sociedades las mujeres que no han sido sometidas a estas prácticas no pueden acarrear agua o preparar la comida porque no son puras. Se considera que los genitales femeninos son "feos y sucios", y por ello es necesaria su extirpación. Incluso hay tribus donde existe la creencia de que si el clítoris no se elimina crece como el órgano sexual masculino, o que si llega a tocar el pene del hombre, éste morirá.
*Algunos pueblos piensan que la mujer infibulada es más fuerte contra las enfermedades y puede dar mejor a luz. Incluso hay lugares donde se cree que la que no pasa por esta experiencia no puede tener hijos.
*La religión ha puesto también su granito de arena. En realidad, la creencia musulmana no apoya esta práctica de forma unánime. Es decir, no existe una postura oficial, pero en la mayoría de los lugares donde se realiza, que pertenecen a esta religión, ésta es la excusa predilecta. De hecho, el Corán no habla de este tema, aunque sí lo hacen algunos escritos del profeta Mahoma.

La solución a este problema está en atacar las causas.

3 comentarios

Colectivo Socialyjusticia -

No gusta vuestro blog

Un saludo desde asturias

anónimo -

Jolines, que se puede hacer ya esta ir a por esa gente y decirles vasta ya mujeres dejad de hacer esa cochinada.

anonimo -

El primer sometimiento que sufre una persona es el de no poder disfrutar de su propio cuerpo, esto denuestra que la "cultura" que permite esta practica, considera a la mujer solo un objeto para el sometimiento y sumision, lo cual me parece inadmisible